El 11 de abril de 2002 tiene lugar un golpe de Estado contra el gobierno revolucionario del Presidente Hugo Chávez, en el cual tuvo participación la embajada de Estados Unidos, tanto en la preparación como en la ejecución, como quedó ampliamente demostrado en los días siguientes al regreso del Comandante Chávez a su condición de Presidente, luego de la reacción popular del 13 de abril del mismo año.
En el presente año 2015, la abierta intervención de Estados Unidos, la cual alcanzó un momento de alta intensidad con el Decreto del Presidente Obama. Nuestro gobierno se acaba de anotar un triunfo internacional notable, contando con el apoyo de los países de América Latina, al obligar al gobierno de Estados Unidos a desistir de su propósito injerencista contra nuestra patria, expresado en un decreto presidencial ambiguo. Y es que esa ambigüedad delata que lo que se busca en realidad es otra cosa, totalmente diferente.
La lucha es y lo ha sido desde el principio del Siglo XX, por el petróleo venezolano, tal y como con el mayor descaro declaraban en unas pocas líneas los representantes de la oligarquía venezolana en el documento que han llamado "La Transición", donde sus tres famosos firmantes asentaron lo medular de su política petrolera: "Recuperar la capacidad operativa y elevar significativamente la producción de la industria... " "... revisar los marcos legales y los acuerdos lesivos a la misma... " "designar una nueva directiva de Pdvsa, honesta y con capacidades, para garantizar su funcionamiento eficiente al servicio del país"
No hay comentarios.:
Publicar un comentario