martes, 31 de mayo de 2016

expedición de los Cayos



Con el nombre de expedición de Los San Luis o sencillamente Los Cayos, se conoce la invasión que desde Haití planeó el Libertador Simón Bolívar fines de 1815 con la finalidad de liberar a Venezuela de las fuerzas españolas. Procedente de Jamaica llegó Bolívar a Los Cayos de San Luis, en la isla de Haití, el 24 de diciembre de 1815; trasladándose luego a Puerto Príncipe donde tuvo una entrevista, el 2 de enero de 1816, con el Presidente Alejandro Petión, quien se comprometió a facilitarle los recursos necesarios para llevara cabo su empresa. Posteriormente, tras serle otorgado el poder supremo por parte de una asamblea de los principales jefes refugiados, venezolanos neogranadinos, Bolívar comenzó a finar los detalles sobre la expedición contra la costa firme venezolana; con la ayuda del gobernador militar haitiano de Los Cayos, el General Ignancio Marión. Con los recursos obtenidos Bolívar organizó una pequeña flota de 7 goletas en la que iban: Bolívar, el General Mariño, el General Piar, Constitución, Brión, Félix y Conejo, acompañadas de otra de su amigo de Haití, Robert Sutherland, en La Fortuna. Finalmente, la expedición zarpó el 31 de marzo de 1816, formando parte de ella Manuel Piar, Santiago Mariño, Gregor MacGregor, Franciso Antonio Zea, Pedro María Freites, Bartolomé Salom, Pedro León Torres, Carlos Soublette, Pedro Briceño Méndez, Manuel Valdés, Diego Ibarra, Juan Bautista Bideau, Carlos Chamberlain, Juan Baillío, Carlos Eloy Demarquet, Renato Beluche, Henry Ducoudray-Hostein y otros. 

El 3 de mayo de 1816 tocan suelo venezolano en la isla de Margarita, en la que el 7 del mismo mes una asamblea encabezada por el General Juan Bautista Arismendi, ratifica los poderes especiales conferidos a Bolívar en Los Cayos. Luego de esta ratificación, las fuerzas expedicinarias de Bolívar pasan a Carúpano donde finamente desembarcan y proclaman la abolición de la esclavitud para después seguir a Ocumare de la Costa. En definitiva, a pesar de los reveses sufridos por lo expedicionarios y por el propio Bolívar en Ocumare, la importancia histórica de la Expedición de los Cayos radica en que la misma permitió que Santiago Mariño, Manuel Piar y luego José Francisco Bermúdez emprendiera la liberación del oriente del país, y que MacGregor con Soublette y otros jefes se internaran definitivamente en Tierra Firme, para abrir paso al triunfo definitivo de la República. 


EnContrArte

Injerencia de las potencias contra Venezuela: Golpe de Estado


El 11 de abril de 2002 tiene lugar un golpe de Estado contra el gobierno revolucionario del Presidente Hugo Chávez, en el cual tuvo participación la embajada de Estados Unidos, tanto en la preparación como en la ejecución, como quedó ampliamente demostrado en los días siguientes al regreso del Comandante Chávez a su condición de Presidente, luego de la reacción popular del 13 de abril del mismo año.
En el presente año 2015, la abierta intervención de Estados Unidos, la cual alcanzó un momento de alta intensidad con el Decreto del Presidente Obama. Nuestro gobierno se acaba de anotar un triunfo internacional notable, contando con el apoyo de los países de América Latina, al obligar al gobierno de Estados Unidos a desistir de su propósito injerencista contra nuestra patria, expresado en un decreto presidencial ambiguo. Y es que esa ambigüedad delata que lo que se busca en realidad es otra cosa, totalmente diferente.
La lucha es y lo ha sido desde el principio del Siglo XX, por el petróleo venezolano, tal y como con el mayor descaro declaraban en unas pocas líneas los representantes de la oligarquía venezolana en el documento que han llamado "La Transición", donde sus tres famosos firmantes asentaron lo medular de su política petrolera: "Recuperar la capacidad operativa y elevar significativamente la producción de la industria... " "... revisar los marcos legales y los acuerdos lesivos a la misma... " "designar una nueva directiva de Pdvsa, honesta y con capacidades, para garantizar su funcionamiento eficiente al servicio del país"

martes, 10 de mayo de 2016

LA CONSTITUCIÓN DE 1999 Y LA CARACTERIZACIÓN DE LA PATRIA, LA NACIÓN Y LA SOBERANIA


     De acuerdo a lo establecido en el preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aprobada en consulta popular durante el año  1999, las características constitutivas de la patria bolivariana, así como el fin supremo de la misma, y dentro de este ámbito constitucional establece también la caracterización de la patria como determinantemente libre y soberana, constituida ademas sobre el ejemplo histórico del Libertador y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de eso que hoy podemos gozar como autonomía nacional y capacidad de autodeterminación.
     De igual manera, la Nación se caracteriza como irrevocablemente libre e independiente, fundamentando su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional, en la doctrina bolivariana, juntándose en este aspecto como derecho irrenunciable de la Nación y de intransferible residencia en el pueblo, la soberanía, que es ejercida por este de forma directa en la forma prevista en la Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el poder publico.
      La consagración del pueblo como depositario y ejecutante del poder originario, factor que lo ubica por encima de su representación - la Asamblea Nacional Constituyente- y no , como solía hacerse hasta entonces, a la representación por encima del pueblo,  es también un aspecto fundamental del cambio de visión filosófica, política y legislativa que debe darse. Notese, ademas, que en la letra de la Constitución de 1999 se consagra una condición fundamental para garantizar el sostenimiento de la soberanía nacional: se le otorga al pueblo la condición originaria de Soberano. La soberanía como concepto y como practica sociopolitica y cultural, reside en el pueblo, y la conciencia de ser depositario en  este valor nacional es lo que hace posible la lucha constante, cotidiana, diaria, por el respeto y sostenimiento de la libertad y del derecho a la autodeterminación; es decir, a poder terminar nuestro propio destino, de acuerdo a nuestras principales necesidades y a nuestros valores autóctonos.  Sin conciencia  conciencia de autenticidad cultural, sin reconocimiento de la tradición histórica, sin capacidad productiva en el ámbito cultural y económico, sin sostenimiento y recreación constante de valores éticos y morales, no pueden  engendrarse las condiciones indispensables para que un pueblo se conforme con una Nación dueña de si misma, de su propio rumbo.
      Veamos un poco la diferencia sustancial entre lo que establece este preámbulo constitucional y lo que determina el de la Constitución de 1961, la inmediatamente anterior, que reza:
¨El Congreso de la República de Venezuela, requerido el voto de las Asambleas  Legislativas de los Estados Anzoategui, Apure, Aragua, Barinas, Bolivar, Carabobo, Cojeedes, Falcon, Guarico, Lara, Mérida, Miranda, Nueva Esparta, Monagas, Portuguesa, Sucre, Tachira, Trujillo, Yaracuy,  y Zulia y visto el resultado favorable del escrutinio, en representación del pueblo venezolano para quien invoca la protección de Dios Todopoderoso (...) dispone...
dispone, sitúa, ubica, determina, no el pueblo en ejercicio de su derecho originario a  la  autodeterminación y la libertad de criterio, sino el Congreso de la República, una institución representativa, con escaso espacio para la aportación directa, mediante el voto directo de las Asambleas Legislativas regionales. Como vemos, el cambio apunta a otorgar al pueblo un derecho que hasta entonces le había sido escamoteado, de manera muy sutil, el de asumir su plena y absoluta SOBERANÍA.
   
      Hoy se le otorga al pueblo, por vía constitucional, la potestad que siempre ha debido tener, sobre todo  dentro de un sistema de gobierno que se acoge a los valores de la democracia participativa. De ser un ente supraindividual y aun supracomunitario, como el Congreso de la República, quien  se atribuye el el establecimiento de las normas y leyes que regirán la vida ciudadana, a ser el mismo pueblo venezolano quien, en un acto de verdadero ejercicio democrático y en honor a su poder originario, establece estas normas y leyes, existe un cambio realmente sustancial y, sin duda, positivo. Y desde el punto de vista del Estado esto es lo que se puede llamar como la voluntad legislativa para el cambio.











PENSAR LA PATRIA
 BIBLIOTECA BÁSICA TEMÁTICA
Nelson Gonzalez Leal